Para justificar su validez, las autoridades extranjeras (administración, banco, universidad, empleador, notario, etc.) exigen que sus documentos sean apostillados o legalizados previamente en Francia.
Sin embargo, estos dos procedimientos tan diferentes tienen el mismo objetivo: hacer que sus documentos sean válidos e indiscutibles en el extranjero.
El proceso es diferente según si el país es miembro del Convenio de La Haya o no. En el primer caso, obtendremos una Apostilla. En el segundo caso, se procederá a la Legalización, según la normativa vigente en el país de destino.
La legalización es un procedimiento más vinculante, que requiere el pago de tasas consulares e impuestos, así como la certificación previa de los documentos por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Aplicamos automáticamente el procedimiento adecuado, para garantizar que sus documentos cumplen los requisitos del país o países de destino.
En Francia, las apostillas son emitidas por la Fiscalía de cada Tribunal de Apelación, según un procedimiento muy estricto de conformidad de documentos y firmas. La Apostilla se emite para un país específico. Después de ser registrada, la Apostilla está fechada y numerada.